Los estorninos no siguen a un líder
Una gigantesca bandada de estorninos se mueve deliberadamente a través del cielo africano, manteniendo su forma y velocidad mientras vuelan suavemente alrededor de un árbol. Desde arriba, un ave de presa se sumerge en la bandada. A medida que los estorninos se dispersan, la bandada parece explotar alrededor del depredador, pero rápidamente se reorganiza.
A medida que el predador frustrado se sumerge una y otra vez, el grupo se rompe, se re-agrupa, se rompe, se vuelve a agrupar, su movimiento, creando un patrón indescifrable pero hermoso. En el proceso, el halcón se desorienta, ya que ningún estornino de manera individual permanece en el mismo lugar, aunque la bandada en su conjunto no se divide por mucho tiempo.
Desde afuera, los movimientos del grupo parecen ser el resultado del funcionamiento de una mente, guiando la bandada para protegerse.
Por lo menos, los estorninos parecen estar actuando de manera concertada, persiguiendo y acordando una estrategia que les da a cada uno una mejor oportunidad de sobrevivir.
Pero nada de esto es cierto. Cada estornino actúa por su cuenta, siguiendo cuatro reglas:
1.- Mantente lo más cerca posible del centro
2.- Permanece a dos o tres longitudes de cuerpo de distancia de tu vecino
3.- No tropezar con ningún otro estornino
4.- Si un halcón se dirige hacia ti, apártate del camino.
Ningún estornino sabe lo que harán las otras aves. Ningún estornino puede ordenar a otro pájaro que haga algo. Las reglas por sí solas permiten al grupo moverse en la dirección correcta, resistir a los depredadores y reagruparse cuando se divide.
Una bandada es un maravilloso ejemplo de una organización social que logra sus objetivos y resuelve los problemas de una manera ascendente, sin líderes y sin tener que seguir algoritmos complejos o reglas complicadas.